Al Guiri le encanta ahorrar. Mira la cuenta del banco un par de veces al día y repasa que cada gasto esté bajo control y que no haya nada desconocido o innecesario. Esto le lleva a tener un aire que resulta tacaño para un español y sencillamente normal para cualquier alemán o británico. Y es que aquí cada uno se paga lo suyo y eso de invitarse los unos a los otros al guiri le estresa mucho. Pero bueno, lo intenta.
En su afán por ahorrar ha desarrollado una debilidad: las ofertas. Donde haya un dos por uno, llévate 2 productos de 1,50 y paga 2 libras o un 50% de descuento, ahí esta mi guiri. Hasta el punto de que ir a la compra con él es desesperante por que me creo que voy con él y voy hablando, y resulta que me ha dejado sola para correr tras las faldas de un llévese 5 latas de "beans" y le regalamos 2.
Esta compulsión nos ha traído problemas. No hemos comprado papel higiénico desde dos semanas antes del nacimiento del pequeño, había una oferta y compró 15 paquetes. Aún nos queda. Tenemos toallitas para todo este año y hace unos meses encontró en "waitrose" una oferta de cereales a mitad de precio y se presentó en casa con 10 cajas... Y no compró más ese día por que no le cabían en las bolsas que llevaba. Ya se pasó al día siguiente a por más y se ahorró además lo que cuestan las bolsas.
Hacer la compra con él es insufrible por que además te repite hasta la saciedad las bondades de la puñetera oferta y cuanto te ahorras. En "Iceland" 2 paquetes de salchichas frescas están a 2 libras (1,50 por paquete de 6 normal). No comemos 12 salchichas a la semana ni de lejos, las he tenido que empezar a congelar y, con el congelador apunto de petar de salchichas, he tenido que vetarlas. El guiri se pone muy triste cada vez que las ve y no le dejo coger más.
Lo bueno del asunto es que si quiero comprar algo que está fuera de lo que es una necesidad vital, no tengo más que decir que está en oferta y fin de la discusión. Lo malo es que nos estamos quedando sin espacio en casa.
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